Walter Benjamín en un extraño libro que tiene sobre Kafka refiere el siguiente cuento del que saca conclusiones sobre la personalidad, también extraña, del escritor checo.
“Se cuenta que en un pueblito jasídico se encontraban los judíos una noche en una fonda miserable, a la salida del Shabat. Eran todos vecinos del pueblo, menos uno que nadie conocía; pobre y andrajoso, masticaba algo en una esquina oscura al fondo. Los temas de conversación iban sucediéndose, hasta que a uno se le ocurrió preguntar a los demás qué elegirían de concedérseles un deseo. Uno pidió dinero, el otro un yerno, el tercero un nuevo banco de carpintero. Todos expresaron sus deseos hasta que no quedó más que el mendigo en su rincón oscuro. Vacilando y a regañadientes aceptó revelarlo también él. «Ojalá fuera un poderoso monarca y reinara sobre un vasto país. Quisiera que de noche, estando dormido en mi palacio, el enemigo irrumpiera en mis tierras y antes del amanecer sus jinetes hayan llegado a las puertas de mi castillo sin encontrar resistencia alguna. De susto me despertaría sin tiempo siquiera para vestirme. En camisón emprendería la fuga a través de montañas, bosques y ríos, noche y día, sin descanso, hasta llegar aquí a este banco en vuestro rincón. Eso es lo que yo desearía.» Los demás se miraron atónitos unos a otros. «¿Pero qué ganarías con ese deseo?», atinó a preguntar uno. «Un camisón», fue la respuesta”.
Lo que yo propongo no es que cada uno pida un deseo como los judíos de la tertulia, sino que interprete el cuento. Por mi parte ahí va mi lectura:
Los mensajes que uno emite al hablar o al escribir tienen que ser interpretados por los demás, así que su valor depende de lo que los demás entienden. En definitiva lo que se dice es aceptado o rechazado, enriquecido o manipulado según la condición del receptor. Lo que menos importa es lo que pensará el autor del cuento, pero puestos a imaginar yo diría que la moraleja que se saca de la petición del mendigo es que la realidad rebaja las ilusiones hasta ponerlas a ras de suelo. Aconseja apuntar alto para alcanzar, al menos, un camisón del que ahora se carece. Soñar no hace daño si lo que se pretende al final es ir tirando, pero los que piden cosas imposibles tienen la decepción asegurada. El cuento aboga por el pragmatismo; es un decir (es mi decir).
CIRANO Abril 2011
Solo se escribe para el potencial lector, y uno espera recibir noticias del lector para ver si sus conclusiones son satisfactorias. La mayor parte de las veces son decepcionantes, porque va dirigido a personas que conoces y más que interpretar tus sueños, lo que suele hacer es lector es realizar un juicio sobre algo que a ti te preocupa poco, para eso están los sabios y demás sesudos analizadores del uso correcto de la lengua. Por eso digo que el problema no es lo que escribes, sino la interpretación que hace el mal lector, que tambien tiene su codigo y que lo ignora por completo. Este cuento de W.B habla de lo mucho que se debe aprender de los errores del uso del poder, a saber del uso de la Némesis.
ResponderEliminarDe los animadores del Garrotín me admira que siendo personas de ciencia, se les supone médicos, tengan desparpajo para la literatura. Será lo aliterario que trasluce lo que me anima a reincidir en mi oficio. Es como si les pidiera que en sus ratos de ocio se dedicaran a comentar historias clínicas con profesores de literatura. Pero es que glosar o comentar un texto es ejercicio antiguo que no se le ocurriría proponer a un humanista de los de ahora, sumergidos como están en tecnicismos mínimos. La sociedad española carece de capacidad de análisis, se dirige más por impulsos que por razones. No aprendimos a leer ni a glosar con rigor, no nos expresarnos bien ni sabemos enseñar a expresarse a nuestros alumnos. Motivos estos, añadidos al de la amistad, suficientes para aceptar el reto de salir a la palestra a interpretar el cuento de los judíos y, así, mi decir, como dice Cirano, es que hay que apuntar más allá del objetivo, pero además, que lo valioso es lo original, por lo que el mendigo resulta ser más rico que el burgués. Cuando se piensa lo corriente se alumbra lo corriente. Ninguno de los judíos aportó nada nuevo, su música se podría titular variaciones sobre un tema manido. El mundo progresa gracias a las aportaciones que hace quién se le ocurre algo distinto. Descubrir es desvelar lo oculto a través de originalidad creativa que viene a ser lo opuesto de vanidad sin talento, de improvisación o de ocurrencia. El pobre del cuento esconde inteligencia frente a la vulgaridad del comerciante al que se le supone astuto para el negocio o trapicheo. Con la astucia sobrevives con la inteligencia haces avanzar a los demás. El mendigo tenía tiempo para pensar, el comerciante solo tenía mente para medrar. Los comerciantes ayudan a vivir, los sabios te acercan a la felicidad.
ResponderEliminarPués cirano ya que nos pones a hacer comentario de texto te diré que para mí este relato encierra toda una vida. Me explicaré. Por un lado es muy llamativo y en mi modesta opinión , creo que muy difícil sintetizar mejor una historia, empieza con una triste y aburrida tarde, de pronto alcanza un ritmo vertiginoso donde ocurre de todo para volver de nuevo al final a lo más simple, a un camisón. Para mí es una síntesis brillante del recorrido vital.
ResponderEliminarAlguien increpa a otro en un semafóro: ¿ A donde coño vas con tanta bulla.A algo para mí muy importante. ¿Que? Sí, si a echar una partida de tenis.
ResponderEliminarLa dimension juego en su mas amplio sentido deberia ser un ingrediente presente en las interacciones humanas. Como lo es en la naturaleza. Veamos los niños, los animales, los chistes, el deporte, etc. Y si en el concepto va la capacidad de reirse de uno mismo entonces alcazamos un antidoto contra nuestras necesidades de éxito y una buena salud mental. Que mas se puede pedir.
Dejo por sesudo -y para que no se me vea demasiodo el plumero de narciso- que en todo acto comunicativo, hablado, escrito o gestual existe un nivel connotativo y otro denotativo por lo que discrepo algo sobre el enfasis en el lector que destacais
El camison es lo que es particular y genuinamente valioso para cada uno. Intranferible porque es epítome detoda una biografía. Bueno, me voy a dormir