Un enorme vestiglo acampó en mi
cabeza. Yo realmente vivía bien hasta que mi madre aflojó la vigilancia sobre
mi persona. Quizás no había cumplido los diez años y ya madre me sentó en la
silla de adultos y me planteó que era el momento de iniciar las actividades del
conocimiento. Hasta entonces corría tras la pelota de trapo que había cosido mi
amigo Sansón y que cada día nos servía para jugar y esquivar por sus
irregulares saltos, en el patio de nuestra casa. Madre me dijo que no teníamos
dineros para comer y que con mis diez años debía comenzar a saber, único
alimento que permite un correcto crecimiento y un desarrollo ordenado de los
órganos interiores de nuestro metabolismo. Le pedí a madre que me diera algún
adelanto del conocimiento, y se quedó pensativa mirándome a los ojos, cuando
volvió a conectar, sonrió y me habló. “La base de todo es el ciclo de Krebs, la
gran ruta metabólica por donde circulan las reacciones químicas que permiten la
respiración del citoplasma” se calló y dirigió su mirada hacia mi cara de
pasmado. “Sabes lo que te digo” si madre, lo leí en el libro que me distes
sobre nutrición y que leí con mucho interés. Entonces hijo te pronostico un
gran porvenir en la adquisición de los alimentos, yo con tu edad solo pude
adquirir conocimientos en los principios de la termodinámica, y en especial en
el de la entropía, que como tú bien sabes es el tercer principio y que me
subyugo por el uso del logaritmo de la multiplicidad de los estados cuánticos
fundamentales. Si madre, le contesté, eso lo aprendimos hace dos años en la
revista que encontré en las basuras del patio y que sin dudar era del profesor Mandaríno,
autor de la mayoría de los artículos y vecino del subsuelo que ya no tiene
espacio para almacenar tanta información. ¿Y dónde dirigirás tus pasos para la
adquisición del conocimiento y que nos permita alimentarnos? Sin dudar madre, ya he hablado con el
profesor y ha mantenido la promesa que cada jueves nos dedicara las mañanas
para enseñarnos, tanto a Sansón como a mis los entresijos de la sabiduría. ¿Y
cuantos cursos os aplicara y que materias? Sin dudar será de letras con las Historias del Caballero de los Leones, y
de Fisiología con las funciones del Cortisol y sus repercusiones sobre las
suprarrenales, en especial por su respuesta en el estrés y en la gluconeogénesis, que como tu bien sabes
me fueron muy útiles para la alimentación cuando yo tenía tres años. Pero
quiero y deseo ahondar más en ese conocimiento porque es para mí y para el
profesor, la base de lo que será el futuro de las curaciones ya que todo está
en nuestro organismo, y solo se tiene que saber cómo estimular cada órgano y cada
estructura para conseguir el efecto de la curación. Además, Mandaríno quiere
acabar con los negocios médicos y los abusos farmacológicos, es en realidad un
revolucionario que no quiere dejar títere con cabeza. Aunque yo sabré domeñarlo
para que continué con su felicidad y bienestar. “Tienes futuro hijo de mi alma”
INDALESIO 30/01/2017
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