MÁS ALLÁ DE LA FRONTERA

En la historia de nuestro país, con frecuencia, han aparecido voces críticas que podrían considerarse de contenido destructivo y ausente de de rigor científico, y lo más curioso aplaudidas desde fuera de nuestras próximas fronteras e incluso fomentadas por los que ahora son nuestros socios.

Los porqués son evidentes y muy conocidos, el poder llama al arrebato usando intereses económicos, científicos e incluso culturales. Cuando me encuentro algún articulo que hace referencia a situaciones comparable de nuestro país con otros de nuestro entorno me sonrojo por lo estúpido del acerbo, el poder económico recoge todo lo que desea sin tener en cuenta la situación política y financiera de sus ciudadanos, y si para eso tienen que desmontar todas las economías y colocar una autoridad única rodeada de prestamistas pues, quedaran encantados. Pero también hemos de tener en cuenta algo de mucho interés, los quinta-columnistas que conviven con los ciudadanos honrados de nuestro país, están vendidos a los intereses del poder económico y a los muñidores que los administran, protegidos por los políticos que les sirven de pantalla para el enriquecimiento ilícito de ambos. Así podríamos aclarar todo el asunto con dos vertientes, una los que trabajan para el sistema desde dentro y haciendo gestión de los intereses de la oligarquía, robando y utilizando los recursos para sus propios beneficios y sin sentido crítico creativo, y la otra vertiente tomando las referencias hacia fuera del país para continuar la explotación de nuestros recursos y justificando el desequilibrio entre países con el exclusivo interés de abaratar el valor de la mano de obra. Así que continuaremos como nos enseña la historia, nada de equilibrio entre las clases sociales, nada de equilibrio entre países, y solo impera la explotación entre las regiones bastardas del norte y las baratas del sur.

El sistema capitalista enseña su peor cara, y nadie se enfrenta a desmontar el chiringuito que desde dentro y hacia fuera debería asumir esa entelequia llamada Europa. Y señores, o participamos todos en corregir este desequilibrio entre países y en clases sociales, o nos esperan malos tiempos.

INDALESIO