Desde hace años vengo
publicando mis opiniones ideológicas y políticas en este blog, blog
bondadoso con mi ignorancia informática y de pensamiento. Como decía
el sabio, solo se puede estar seguro de lo falso, y yo estoy seguro
que me he debido equivocar porque los hechos confirman que he debido
confundir el sentido común con la realidad. Creía que el sentido
común era potestad de mis pensamientos y que la realidad está
escondida debajo de manipulaciones y malas artes de los demás y no
de mi pacata visión de los hechos. Pues no, confundí mis deseos con
la realidad y este país no quiere contar con mi visión equivoca del
resto de los mortales que habitan la piel de toro.
Si usted lector es capaz
de desmontar la huella que dejan estos pensamientos iniciales, podrá
darse cuenta de las muchos equívocos que he plasmado en estos
primeros párrafos, y eso es lo que ha pasado con el lenguaje que ha
usado la mal llamada izquierda.
Lo primero que se debe
hacer es quitar los apelativos de marketing de derechas e izquierda,
es una simplificación inaceptable y vacía que nada significa. Pero
si es necesario que se recupere el contenido ideológico que
diferencia unos partidos de otros, identificar los que defienden el
materialismo dialéctico de los que usan soflamas liberales. El
lenguaje debe tener una identificación fácil que señale con
rapidez y claridad el origen del mensaje que se quiere dar. Creo que
es muy cierto que la reiteración de denuncias de unos partidos
políticos produce una suerte de anestesia que termina por adormecer
al ciudadano y quitarle el valor que tiene. Véase sino la reiteradas
denuncias de gran trascendencia sobre los populares, que son ciertas
y por contra no les ha penalizado para nada, algo que el sentido
común lo consideraría insólito. Si los populares han usado la
inteligencia para hacer su tenue campaña, deben aprender de sus
maniobras y sus indiferencias, porque en sus manos dan buenos
resultados.
Es claro que no habiendo
demostrado capacidad para el dialogo, ni puesto en práctica
negociaciones trasparentes para ser alternativas para el gobierno,
los ciudadanos cansados de esperar la resolución de este jodido
parto político, han optado por apoyar la solución más simple y
clara, la vuelta al partido único con un mensaje uniforme y
sencillo. Ahora solo habrá que esperar que los más jóvenes sean la
alternativa para un gobierno algo más dinámico y moderno para los
próximos años.
Yo por mi parte pasaré a
continuar mi crítica desde una óptica más respetuosa y mordaz,
pero aceptando con resignación el resultado del resto de mis
conciudadanos que han votado más de lo mismo. Algo aburrido
INDALESIO Junio 2016
SUPEDITACIÓN
ResponderEliminar(Este escrito ha sido hallado en el taller escuela de Indalesio Carrera por investigadores del CIS. Es posible que pertenezca a algún discípulo ya que se ve claramente la influencia del maestro. Dado su interés sociológico se transcribe tal cual.)
Aunque algunos partidos políticos lo practican, no todos son capaces de definir el cuerpo ideológico que sustenta su acción política. Quizás muchos usen la ideología como marchamo de marketing y como identificación del contenido político para llegar con facilidad a los posibles electores, pero no siempre se identifica porque se mantienen una ambigüedad que produce confusión y engaño. Así me produce cierto sonrojo el uso que se esta dando al concepto ideológico de Social-Democracia, por parte de varios Partidos.
Partimos de la definición de que la socialdemocracia es una doctrina de origen marxista con una propuesta teórica y práctica moderada, con lo cual podemos descartar un amplio grupo social, lo que poseen bastante recursos. Por contra los que no poseen medios y luchan por conseguir cuotas de libertad, igualdad y bienestar, se encuentran cómodos en el paradigma conocido como Socialdemocracia renovada. Y llamo renovada porque se debe diferenciar del marxismo clásico que tienen una estrategia política muy diferente. La utilización del estado para ponerlo al servicio del pueblo es la consigna diferenciadora del marxismo clásico que quiere el estado para desmontarlo. El como conseguirlo es el otro hecho diferenciador, el marxismo clásico usa la revolución para conseguir el poder y la socialdemocracia la reforma, lo cual permite diferenciar claramente dos tipos de sociedades la poli-clasista con su estado democrático, de la sociedad sin clases con la dictadura de su única clases, el proletariado.
Bien es verdad que no son paradigmas cerrados y existen desviaciones hacia un lado y otro, pudiendo proponer la socialdemocracia no la reforma del estado, pero si la adaptación y humanización del capitalismo, acercándose más a un distanciamiento del marxismo y aproximación al liberalismo social con componentes de origen Keynesiano.
Y después de esta rollo hagamos un supuesto, coloque cada partido de nuestro país en el lugar que usted cree que debe estar, encontrara muchas dificultades. Y será una de las causas por lo que muchos ciudadanos nos encontramos confundidos. Y cuando los de Unidos- Podemos dicen que son socialdemócratas yo me digo qué van a dejar para cuando consigan el poder. Y los chicos que amenazan con cambiar a Pedro Sánchez en especial la señora Susana Díaz, ¿como la colocaría? Posiblemente no existe paradigma ideológico para encontrar acomodo para la señora.
Así pues les ruego que se definan ustedes con claridad, sin marketing pero con un compromiso serio de su programa político y de su identificación ideológica, seguro que otro gallo nos cantaría.