Esa es la actitud
escapista que toman los políticos de referencias de nuestro extraño
país. Ni es verdadero ni falso sino todo lo contrario, y así se
perpetúan en el poder y además les permite hacer acopios de
beneficios que le aseguren un buen porvenir.
No quisiera ser repetido,
pero es difícil dar una opinión sensata y coherente del panorama
político que vivimos en los momentos actuales, el resumen sería
que no mejora el apelativo de Mierda. Pero no ya solo los de nuestro
país sino todos, sin exclusión, los de Europa que al fin son los
que algo nos debe interesar. Los nacionales porque desconocen lo de
hacer política, ignoran de que va el diálogo y se dejan llevar por
las apariencias, el caso es que parece que pertenecen a mundos
distintos, cuando solo les diferencian algún matiz capitalista sin
radicalismo. Su política parece que esta centrada en perpetuarse y
disimular para que el contrario pierda el paso, así plantean
negación de algo tan equilibrado como es el control parlamentario
para que la oposición se dediqué a cabrearse y puedan mantener el
poder que les da la real gana. Mientras los equivocadamente llamados
izquierdistas, levantan la bandera de la radicalidad cuando saben que
si se necesita hacer política se tiene que saber buscar los caminos
dialécticos que solo los materialistas conocen.
Y en Europa un aparato de
estado pesado, grande y costoso que solo sirve para hacer políticas
insolidarias y de intereses particulares, que no ha sabido resolver
las necesidades de los pueblos donde generaron odio y vuelven a
generar dolor y miseria, y la única solución que dan es recluirlos
en otros países donde la vida es aún más difícil. La historia les
pasara factura por los sufrimientos que les han hecho pasar a los
miles de emigrantes que han perdido la vida y de sus seres queridos.
Solo algo que no me
cuadra , como es posible que existan ciudadanos que les voten y que
con su apoyo se perpetúen en ese detestable estado de intereses
espurios e insolidarios, que no beneficia a nadie ni incluso a los
que le votan. Debemos olvidar votar con las tripas y votar con la
razón.
INDALESIO Marzo 2016
Indalesio, llevas toda la razón en tu reflexión . Pero este es el país que hay y tenemos la obligación de cambiar culturalmente. Salud y República. Manuel Ruiz
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