LA ALTERNATIVA A LAS PRIMARIAS




Se veía venir que aquello era el fin de un ciclo. Los movimientos de la calle anunciaban, como esos vientos de otoño, la primera tormenta del invierno. El Presidente callaba porque no había nada que decir y el gallinero lo tomaba como gesto de socarronería: sabiendo su origen a nadie le extrañaba. Pero entre bastidores los murmullos reclamaban cada vez más alto una decisión. Los cotorreos de los subalternos que esperaban mejorar en el remolino sonaban ya a guasa chulapa en las redacciones de los medios. Aguardaban que el espantapájaros sacudiera las comisuras para interpretar sus intenciones. Pero solo movía los labios para proclamar el éxito de las medidas económicas.
Todo iba a la remanguillé hasta que a alguien se le ocurrió jugarse el escalafón al parchís: juego casero y honrado donde los haya. Pensativos quedaron algunos por lo inesperado de la propuesta pero, poco a poco, fueron entrando en chalaneo porque veían que con las zancadillas que se hacían unos a otros podían acabar en fractura. Por eso las listas se jugaron al veinticinco, aunque una vez lanzada la idea hubo quien propuso que para abreviar arriesgaran a la carta más alta. Al final prosperó la cordura del juego limpio. Es un decir. De cada cuatro pasaban dos a la siguiente ronda, como en el fútbol. Así se elaboraron las listas de ayuntamientos y comunidades, dejando un mano a mano para el candidato a las generales. Con todo, los perdedores por lo bajo, marcaban el sonsonete de que se habían hecho trampas y que aquello no era democrático.
  • Pero ¿qué es la democracia? -insistía el ganador a sabiendas que desde ahora debería establecer doctrina- la elección de los mejores por el pueblo. ¿Puede el pueblo contradecir la suerte?. Y como nadie respondía continuaba con su monólogo: la vida se rige por lo aleatorio. Democracia es aceptar los resultados, así que hay que hacer lo que yo diga.
El frustrado refunfuñaba sin dar la cara: lo más limpio son las primarias. El vencedor preguntaba sin dirigirse a nadie:
  • ¿Para pelearnos antes de empezar?. Con las primarias siempre habrá un perdedor de casa que ya no jugará contra el verdadero enemigo, mientras que con el parchís decide la suerte y nadie tiene que sentirse ofendido. Prometo respetar la sentencia del dado.
  • Ahora lo que funcionará será el dedo
  • Y tú que lo digas; el que proteste se queda fuera. Las cuestiones se plantean antes de empezar la partida o no se plantean. Nadie me puede reprochar no haber ganado con todas las de la ley que para eso soy más que abogado. Mi mandato es por cuatro años, así que disciplina para los que se sientan perjudicados que tampoco es para tanto, ya que irán en esas listas que tanto os gustan y no tendrán ninguna responsabilidad.
Los infortunados se sometieron a regañadientes porque fueron ellos los que propusieron el método. Nadie quería primarias y de alguna manera habría que elegir al caporal. Para distender el ambiente, el pasmado afirma:
  • Yo lo que domino es el dominó; modestia aparte, ahí no tengo rival: con todo he aceptado el parchís porque así lo decidió la mayoría.
  • Se sabía que iban a ganar las azules, apuntó uno de los últimos.
  • Podrían haber ganado las rojas, amenazó el jefe.
  • Me daba el caletre que iban a ser las azules, apuntillaba quien se veía volver al puesto de ordenanza desde el que había saltado a la política.
  • Nadie impuso el color a nadie, antes de empezar todos estábamos de acuerdo con las fichas. Yo para eso soy muy puntilloso, mi profesión me lo impone, no me puedo saltar una norma y todo se ha hecho según las reglas, de eso hay constancia.
  • ¿Habíamos quedado en que el segundo sería portavoz?, preguntó un desencantado pardillo que nunca se había visto en otra.
  • Eso está en los papeles.
  • Pues no se hable más: quedas proclamado portavoz del Partido Particular.
  • ¿Supone eso la presencia en el gobierno?
  • Eso supone lo que es y nada más. Para llegar al gobierno habrá que jugar una partida más arriesgada que la del parchís.
  • Como portavoz voy a dar la nota de prensa y a presentar la candidatura a los medios. ¿Te parece, Presidente?
  • A ver como te portas, procura que yo no tenga que aparecer para nada, no me gusta la prensa, empiezan a machacar y machacar hasta que me sacan de quicio. De solo pensarlo me tiembla el ojo izquierdo.
  • ¿A pesar del magnesio?
  • A pesar del magnesio. Las sales hacen efecto inmediato, luego hay que ir aumentando la dosis y me da diarrea. Prefiero que se me cierre un ojo a tener que salir corriendo al servicio. Con retortijones no se puede dar una rueda de prensa y yo he dado varias apretando.
  • Ahora entiendo por qué se rieron los de la primera fila al agacharte a recoger el bolígrafo cuando lo de “no es verdad del todo”.
  • Se me escapó el punto, no lo puedo negar. La Merkel se disculpó porque creía que las salchichas alemanas tenían demasiada pimienta. Como es natural no di explicaciones.
  • Con el magnesio pasa como con las siete y media, o no llegas o te pasas; si no llegas se te cierra un ojo y si te pasas se te abre otro.
  • Bueno ya está bien de bromas. Cada uno a lo suyo. Id saliendo para despistar a la prensa, yo me escabullo por el garaje.

CIRANO

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