Europa fue una mujer fenicia que Zeus raptó disfrazado de
toro. El padre de los dioses y de los hombres le regaló, en su retiro de Creta,
un collar hecho por Hefesto, un autómata de bronce llamado Talos, un perro que no
suelta su presa de nombre Lélape y una jabalina que nunca yerra. Hoy esa hembra
que cruzó el mar a lomos del toro blanco es una entelequia a la que ahoga el
collar de su leyenda. Indecisa, como cuando se acercó a su destino, tardó más
de cien años en resolver un conflicto feudal entre la monarquía inglesa y
Francia. Aturdida como Talos no supo entender el cacareo de Hitler ni asumió su
responsabilidad con la República española; en el conflicto de los Balcanes dejó
correr la sangre hasta que se secaron las venas: ahora, espantapájaros medievales
ataviados con pelucas empolvadas y tirabuzones de canutillo, buscan culpables en
su nombre desde tribunales que parecen púlpitos. Los conflictos entre europeos
siempre han sido largos y confusos, guiados por titubeos y con mucha trastienda.
Sobre el papel, los distintos colores del mapa quieren definir países pero las
verdaderas fronteras las establecen las religiones o los bancos. Sus entrañas
las habitan naciones ricas, pobres, protestantes, católicas, nórdicas, sureñas,
bálticas, mediterráneas, monárquicas, republicanas, imperialistas o periféricas,
y todas las mezclas perversas imaginables. Lo único que las une es el nombre
porque sus instituciones disgregan más que aglutinan. En tiempos de recesión
mantienen Parlamento Inoperante, Consejo Europeo, Consejo de la Unión Europea,
Comisión Europea, Comité Económico y Social, Banco Central Europeo, Banco de
Inversiones, Fondo Europeo de Inversiones, Comité de las Regiones, Tribunal de
Justicia, Tribunal de Cuentas, Defensor del Pueblo Europeo, Supervisor Europeo
de Protección de Datos, Organismos Interinstitucionales, Agencias, Enchufados y
la Biblia en Pasta, para terminar haciendo lo que dice Alemania que, como
Lélape, no cejará hasta recuperar las inversiones hechas a la ligera por
banqueros codiciosos. Pretenden hacer creer que el poder reside en Bruselas o
quizás en el despacho de Merkel, pero los destinos de Europa los rige Suiza que
es donde los poderosos guardan sus dineros (rojos, negros, opacos o turbios,
nunca transparentes) sin tener que dar cuentas a nadie ni contribuir al
mantenimiento de los países en los que los robaron u obtuvieron. Para colmo se
han asentado evidencias no demostradas que imponen estereotipos como que los
españoles somos vagos, que la gestión privada es más eficiente que la pública,
que la recesión es la única estrategia para crear riqueza, que el
neoliberalismo es la solución, que sobre los parlamentos deben estar los
tecnócratas y que los impuestos a los ricos son lesivos para la economía. Los
ingredientes del norte, como esos engendros dialécticos de monarquía
democrática, democracia cristiana, social democracia no encajan en la cocina del
sur más dada a llamar a las cosas por su nombre. Para Europa somos los
parientes pobres del sur y del mar; y ese mar es el Mediterráneo. Creo que
mucho mejor nos hubiera ido en comunidad de pueblos ribereños que encallar en
la aglomeración de godos que esgrimen la jabalina infalible de la solvencia. Un
Mare Nostrum sin centro, donde todo es periferia, donde no hay que defender
identidades porque la policromía es la salsa de la convivencia y en donde la
materia de unión es el agua, nos permitiría entendernos sin otro compromiso que
el que impone la salubridad y la marea.
CIRANO

Bravo, Cirano. Todo eso es verdad y está muy bien escrito, pero la idea de Europa como la utopía que es hoy por hoy y como alguien ha dicho, aunque se aleje diez pasos cuando damos los mismos hacia ella, nos hace andar. Estamos necesitados de imaginacion para que de esos diez pasos solo ella se aleje nueve. Valga una vez más el típico tópico machadiano.
ResponderEliminarAparece y desaparece la idea de los países ribereños en comunidad. Pero las leyes del dominio no permiten compartir el poder de los salvajes del norte. Siempre la dominación del sur por los del norte ha sido la moneda de cambio. Europa es un artificio creado para dominar, para extender y para colonizar el capitalismo sobre las ideas de libertad y bienestar. Sino como se produce la situación actual? LO lógico es conservar el euro y que se vayan los teutones.
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