Me niego a realizar la crítica sin un blanco hacia donde dirigir mis dardos envenenados. Porque la regeneración de este país, si es posible, pasa por conseguir que nuestros políticos sean serios, honestos e inteligentes. ¿Y como conseguirlo? Pues solo si la sociedad es capaz de regenerarse, si madura en sus intenciones de pensar en el colectivo y si la profesionalidad se extiende hacia todos los segmentos de la ciudadanía.
¿Por qué entonces este país tiene la mala suerte de que sus políticos sean badulaques, y sus ciudadanos desinteresados y faltos de deseos de superación?
Varias cosas influyen, una sería las peculiaridades del ser Español. Unas en positivo y otras en negativo, el optimismo frente al radicalismo, el deseo frente al inmovilismo, y así un largo listado de causas debidas al ser ciudadano formado en nuestra sociedad. Otra causa sería la historia de este pueblo, atravesado una y mil veces por pueblos que enriquecieron el acerbo de nuestro mundo, pero que dejaron unas simientes que condicionaron nuestra sociedad. Por no decir el atraso secular que dejo experiencias tan nefastas como el levantamiento contra la República y la Guerra Civil. Y no solo el hecho histórico, sino sus secuelas aún no superadas a pesar de los años transcurridos.
Como consecuencia, un pueblo inculto, sin una burguesía conocedora de sus derechos y obligaciones, sin criterios emprendedores y llena de pillos que son referencias para los demás, como única forma de hacerse valer en nuestro mundo.
Así pues solo nos queda una salida, porque continuar así convertirá al país en un autentico dislate, y solo quedaría comenzar a tomar responsabilidad sobre nuestras vidas, haciéndonos participe de cada una de las situaciones que se nos presenta.
Exigir a nuestros dirigentes un comportamiento ético, denunciando sin cortapisas aquellas situaciones que se salen de madre, y apoyando todos en un mismo sentido aquellas aberraciones que se producen con tanta frecuencia en nuestra sociedad.
Pero mucho me temo que estos conservadores que nos gobiernan están muy distantes de ser políticos serios, honestos y críticos, de momento decretos para recortar libertades, inyectar dinero público en donde los pillos roban, desmontar derechos conseguidos por la sociedad y adulterar la educación.
Si acaso piensas en que tus derechos están siendo conculcados, no lo dejes para mañana participa en su defensa como mejor quieras y puedas.
INDALESIO MAYO 2012-05-27

De acuerdo en todo, pero lo que no entiendo es el afán de "estos políticos conservadores" de recortar; me gusta más la política del que estaba antes: "Niño, pon una copita y apúntala!" (que ya vendrá un sieso que la pague).
ResponderEliminarEl prototipo es Divar: feo, católico y sentimental; pero sin la grandeza del marqués de Bradomín y, además, tramposo y embustero. Su moralidad la ventila con Dios, pero con nadie más. El honor es patrimonio del alma y el alma solo es de Dios, esgrimía Pedro Crespo, alcalde de Zalamea (en el colegio decíamos el alcalde Zelamenea). Esa desconexión con el prójimo, el compromiso que no compromete a nada con la divinidad, ha cimentado la personalidad de la católica España, donde el deber social y la responsabilidad ciudadana quedan excusadas, como lo está la Iglesia de pagar el IBI. España tuvo la desgracia de llegar a imperio a través del integrismo católico y desde entonces vivimos al rebufo de la sotana.
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