EL ÚLTIMO CARTUCHO

Por motivos que deben estar relacionados con ancestros arrastrados en los genes, la gente exige conductas diferentes a los religiosos que a los políticos: son mucho más permisivos con los curas que con los alcaldes. Los fieles degluten con facilidad todo tipo de timos y falacias espirituales pero quieren soluciones concretas a sus problemas cotidianos; pero cuando se interpreta la política desde una ética religiosa de manga ancha, se puede llegar a justificar la corrupción y votar al delincuente como ha pasado en Valencia. El éxito de Rajoy entre católicos se debe a que mezcla lo humano con lo divino: mientras manda mensajes insulsos como el recurrente de que hay que actuar con sentido común ¿qué sentido común, el suyo o el de los talibanes?, hace lo contrario sin inmutarse. Esla misma actitud que muestran los que se sienten obligados a gestionar la pobreza por mandato divino desde el palacio más deslumbrante del mundo. La secta pía no mendicante, con ánimo de lucro que tanta influencia tiene entre las clases acomodadas españolas, es una asociación de profesionales de la fe, empastados por la apariencia de seguir el mensaje cristiano, que ha decidido unir esfuerzos para obtener beneficios económicos vendiendo beatería y buenas palabras. Ese objetivo de tanto sentido común, es el que persiguen otros grupos utilizando estrategias dispares pero que coinciden en sus fines crematísticos y a los que el saber popular da el nombre de mafias,integrados por gente que basan su honor en la palabra dada. La condición inexcusable para pertenecer a estas mixturas es la obediencia, así lo han entendido los partidos políticos y en esa consecuencia actúan. El pensamiento de izquierdas, caracterizado por la independencia intelectual y la indisciplina, tiene difícil llegar a la unidad marmórea porque no existe cemento que pegue la libertad, ni líderes carismáticos que unifiquen la imaginación. Para los creyentes internet es una herramienta de aglutinación, para los críticos de dispersión.

La vida surgió en un medio acuoso gracias a que hubo moléculas que se entendieron con el agua y otras que la repudiaron. Dentro de éstas existen variedades que sin presentar afinidad entre si mantienen una cohesión contingente gracias a su enfrentamiento al agua. Es lo que pasaba en la izquierda cuando Estados Unidos era el enemigo, pero desde que todos aspiran a ser súbditosdel imperio, estamos abocados a la sanidad privada, al despido libre y a festejar Halloween. En Andalucía la izquierda tiene un solo enemigo, el PP y quizás UPyD, y una sola posibilidad de salvarse: votar al PSOE siguiendo el consejo de atenerse al sentido común.

Eso no elude reconocer que la izquierda mayoritaria hace tiempo que carece de líderes y de ideas;lo más parecido que tuvo fueron hipnotizadores empeñados en dejar de ser de izquierda. La derecha no tiene por qué cambiar de objetivos, le siguen sirviendo los de siempre, pero la izquierda debe abrir la vía de adaptación de la sociedad a los cambios que imprime la evolución. El paso atrás que ha dado la derecha al retroceder hasta la situación previa a las conquistas sociales, está siendo posible porque la izquierda no reacciona como impulsora del progreso,y esa reacción no se produce porque los líderes no creen que la cooperación sea preferible al egoísmo. El principio de competencia, ambición, avaricia y trampa para conseguir rentabilizar el medio a favor de uno mismo, se han impuesto a la idea de que la unión hace la fuerza. El ejemplo que han dado los políticos de izquierdas desde el poder no ha favorecido el desarrollo de la idea solidaria,pero la solución a la que obliga la realidad pasa por la cooperación. Si en lugar de reflotar bancos con dinero público se hubiera invertido en investigación y en crear empleo,no se estaría hablando de cinco millones de parados. Eso es lo que me gustaría oír del discurso de la izquierda y no que hay que someterse a lo que dicten los mercados.

CIRANO   Marzo 2012